Cuando los cosméticos son un peligro
El uso de algunos productos de maquillaje puede obstruir los poros y, como consecuencia, favorecer la aparición de clavos o espinillas, principalmente en personas con piel oleosa. Esa condición se denomina acné cosmético, a veces se confunde con una alergia a productos de belleza, pero con un modo de evolución diferente. En general, la alergia aparece rápidamente, uno o dos días después del uso del producto que lo causó, como una irritación o una rasquiña, mientras que el acné cosmético puede demorar semanas para surgir, después del uso continuo de maquillaje y se manifiesta en forma de clavos o espinillas.
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Es no significa, sin embargo, que la mujer debe dejar de usar productos de belleza, pero debe preferir aquellos adecuados a su tipo de piel y clasificados como no comedogénicos (que no obstruyen los poros) y oil free, o sea, sin ingredientes oleosos.
También es importante mantener una rutina de limpieza de cara por la mañana y por la noche, con jabones específicos para el rostro. Además, es indispensable que el maquillaje se remueva por la noche, para que la piel permanezca limpia y desobstruida durante el período del sueño.
Desde que se implementen esos cuidados, no hay motivo para preocuparse, ya que el acné cosmético suele ser temporal y desaparece cuando se interrumpe el uso del producto que está causando la obstrucción de los poros. De cualquier manera, siempre que surja cualquier tipo de lesión en el rostro, conviene acudir a un dermatólogo para que el problema sea debidamente identificado y tratado.