9 pasos para cuidar bien de la piel
A veces parece que las 24 horas del día son insuficientes para cumplir con todas las obligaciones, y más aún para cuidar la piel y buscar el máximo bienestar posible.
No siempre es fácil, pero algunos consejos simples y rápidos para el cuidado de la piel pueden ayudarte a crear una rutina de cuidado diaria.
- Come bien:
La alimentación está directamente relacionada con la salud en general, y esto incluye la piel y el rostro. Incorpora frutas y verduras a tu dieta y evita los alimentos ultra procesados con mucha azúcar, sodio y grasas. - Hidrátate:
El agua es vida y sin ella la piel queda seca y envejecida. Además de beber mucha agua todos los días, necesitas hidratar tu piel con productos específicos. Un buen humectante hace milagros para la piel y el rostro. Busca uno adecuado para su tipo de piel y tu cuerpo. - Ejercítate:
La actividad física regular también proporciona beneficios generales para la salud y reduce el estrés. Para lograr mejores resultados, adopta otros hábitos que te ayuden a escapar de las tensiones y preocupaciones: leer, pasear, salir con los amigos siempre que sea posible, ir al cine, en fin, divertirse. - Conoce tu piel:
¿Sabes exactamente qué tipo de piel tienes? Probablemente no, como la mayoría de la gente. Por eso vale la pena concertar una cita con el dermatólogo, quien te dará mucha información importante sobre tu piel y te indicará cuidados específicos. - Lávate bien la cara:
Además del baño diario, lávate la cara dos veces al día, con cuidado, y prefiere jabones específicos para el cuidado facial y adecuados para tu tipo de piel. La higiene lo es todo, ya que algunas bacterias pueden contribuir a la formación de imperfecciones en el rostro, como clavos y espinillas. - Atención al maquillaje:
Bases, rubores, sombras de ojos, labiales y otros productos de maquillaje tienen una presencia constante en el rostro de las mujeres, pero su uso requiere cierto cuidado. Debes elegir marcas de confianza e, invariablemente, lavarte bien la cara antes de acostarte, con un jabón específico para el rostro. - Lavarte las manos:
Incluso sin tocar cosas sucias, las manos concentran bacterias y residuos de todo tipo, presentes de forma natural en el medio ambiente. Lávalas siempre que sea posible y trata de no tocarse la cara ni apretarte los clavos y las espinillas. - Cuida el cabello:
¿Crees que el cabello no tiene que ver con la piel? Bueno, te equivocas. El cabello toca la cara todo el tiempo y debe estar igualmente limpio y saludable. - Consulta un experto:
Además de la piel, el dermatólogo es especialista en cabello y uñas y debe ser consultado siempre que surja algún síntoma. Lo ideal es consultar con él una vez al año, pero si te resulta difícil, búscalo cuando haya alguna duda o algún signo de anomalía