Cuándo acudir al dermatólogo
La mayoría de los problemas de la piel son poco graves y solo requieren una rutina de cuidados: limpieza e hidratación constantes con productos específicos. Sin embargo, hay casos en los que la consulta con un dermatólogo se vuelve imprescindible y no es recomendable pasar por alto estas situaciones.
Algunos signos son más alarmantes, como la aparición repentina de manchas, úlceras o nódulos irregulares, de tamaño considerable, que sangran y no cicatrizan en cuatro semanas o forman costras. Estos problemas de piel pueden ser indicios de cáncer de piel, el tipo más común en Brasil, pero que registra un alto porcentaje de cura cuando se detecta y se trata temprano. El diagnóstico lo realiza el dermatólogo, mediante examen clínico o dermatoscopia y, en algunos casos, biopsia.
También se debe consultar con un dermatólogo en casos de acné frecuente, alergias cutáneas, eccema, intolerancia cosmética, caída localizada del cabello, cambios en las uñas, herpes y parches cutáneos rojos, marrones o blancos.
Además de recomendar la mejor forma de tratamiento para los casos antes mencionados, el dermatólogo puede informar el tipo de piel de cada persona y explicar los cuidados que deben adoptarse en la vida diaria, como la correcta limpieza, hidratación y las formas de cuidar el exceso o falta de grasa y así mitigar o remediar los problemas de la piel.