Acné en adultos
Pasaste toda tu adolescencia con una piel sana. Pero, sin previo aviso, a partir de los 21 años, cuando ni siquiera recordabas que existía este problema, te empiezan a aparecer espinillas. Este no es un problema raro, especialmente en las mujeres, y las causas van desde cambios hormonales hasta estrés, entre otros.
El acné en la edad adulta es diferente del acné en la adolescencia. Suele ser más lento y gradual, por lo general en forma de espinillas de punta blanca en lugar de clavos, y se concentra en el mentón, la mandíbula y el cuello. Puede ser un signo de trastornos hormonales y glandulares, como el síndrome de ovario poliquístico, que requiere una consulta con el médico. O puede ser el resultado de una nutrición inadecuada, exposición excesiva al sol, factores hereditarios, colesterol alto, obesidad o maquillaje excesivo, que tapona los poros.
Cualquiera sea la fuente, el primer paso para prevenir y reducir la incidencia del acné tardío es cuidar bien de la piel, que debe mantenerse limpia y libre de grasa. Para ello, lávate la cara dos veces al día con un jabón específico para el cuidado de la piel del rostro y usa protector solar a diario. Si el acné persiste, asegúrate de consultar tu dermatólogo.